Cuando el mundo se preparaba para realizar diferentes marchas de lucha en vísperas de un nuevo 8 de Marzo. Día Internacional de la Mujer, del otro lado del Río Uruguay en Concordia, Entre Ríos, Argentina, se producía un femicidio en manos de un psicópata ” obsesionado” con Valeria Leoncino, de 25 años y oriunda de Concordia.
El femicida, Carlos Passarella de 34 años, estaba obsesionado con la víctima según las amigas de Valeria, el esperó que ella saliera del departamento que alquilaba junto a tres amigas, le efectuó tres disparos mortales y tiempo más tarde se suicidó.
Poco antes, Valeria había hablado con tres amigas y les pidió que se apuraran en llegar a la casa porque Passarella la estaba intimidando por teléfono y luego se había acercado hasta la vereda de enfrente de su apartamento.
Al llegar al lugar, las amigas, dos de 25 años y una de 24 se percataron de la presencia del hombre, que estaba apoyado sobre su vehículo, un Ford Fiesta de color blanco.
Minutos más tarde, Leoncino y sus tres amigas salieron de la casa dispuestas a dialogar con Passarella, sin embargo, cuando la víctima abrió el portón de entrada al edificio, el atacante extrajo un arma de fuego de su riñonera y la ejecutó a quemarropa.
El femicida subió a su vehículo y se dio a la fuga para más tarde efectuarse un disparo en la cabeza falleciendo dentro de su propio vehículo.
El Dr. José Arias, fiscal en turno de Concordia que condujo las primeras pericias, dialogó con la prensa en la medianoche y lamentó el brutal crimen de Leoncino. “Una víctima mujer atacada por un hombre, evidentemente obsesivo, con un interés hacia la chica, o pretendiendo formar una relación y, ante el rechazo, encuentra este camino, quitar la vida, porque no admite otra posibilidad”, sostuvo.
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