Las autoridades uruguayas iniciaron una investigación formal sobre el hallazgo en Bélgica de más de dos toneladas de cocaína, cargamento que se comprobó había pasado por el puerto de Montevideo.

El jueves 28 de diciembre, funcionarios del puerto de Amberes descubrieron 2.160 kilogramos de cocaína en un barco que previamente había atracado en el puerto de Montevideo y que transportaba un cargamento de budines de una conocida marca uruguaya.

Así lo informó la prensa belga, dando cuenta de la incautación en pocos días en esa terminal portuaria, de casi 3 toneladas y media de la droga, en dos cargamentos procedentes de Sudamérica.

Las autoridades de ese país iniciaron una investigación penal sobre este tipo de maniobras ilegales con origen en nuestro continente, que se han multiplicado en los últimos años.

En tanto en Uruguay, la Fiscal de Estupefacientes Angelita Romano tomó cartas en el asunto e inició las pesquisas pertinentes, y junto al Ministerio del Interior, a través de la Dirección Nacional de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas, la Dirección de Aduanas y Prefectura.

La ciudad de Amberes ocupa el primer lugar en el negocio de la cocaína en Europa, y las organizaciones de narcotraficantes ven su puerto como un objetivo fácil cuando se trata de evadir los controles aduaneros.

La terminal mueve 7,5 millones de contenedores cada año y cualquier retraso podría paralizar las cadenas de suministro en toda Europa, dado que el 60% del poder adquisitivo del continente se encuentra en un radio de 500 kilómetros, lo que lo convierte en un punto de tránsito ideal para el grueso de las mercaderías que circulan por la región.

Portezuelo: no exportamos a Europa

Fuentes de la empresa dijeron que se enteraron del hecho por la prensa y deslindaron cualquier responsabilidad.

A su vez, aclararon que la firma no está exportando a Europa, sino que le venden a mayoristas y grandes superficies y que no tienen conocimiento del destino posterior de sus productos.