Cancillería uruguaya está en contacto con familia de uruguayas detenidas en Bolivia

Están presas por portar siete gramos de marihuana en el aeropuerto de El Alto

La Cancillería uruguaya mantiene contacto constante desde marzo con la familia y el abogado de Silvia y Virginia, las dos uruguayas detenidas en Bolivia por portar siete gramos de marihuana en el aeropuerto de El Alto, según informaron fuentes diplomáticas a Subrayado.

El embajador de Uruguay en Bolivia, Fernando Marr, ha estado involucrado en el caso desde marzo, realizando nueve visitas a las mujeres tanto en centros penitenciarios como en dependencias policiales para asegurarse de su estado sanitario y atender sus necesidades. Además, el Ministerio de Relaciones Exteriores facilitó la gestión documental necesaria para sustentar la defensa de las detenidas.

El abogado de las uruguayas, Rodrigo Rey había solicitado apoyo adicional a la Cancillería para pedir clemencia humanitaria y acelerar los procesos judiciales correspondientes. Rey enfatiza la necesidad de un mayor involucramiento del embajador Marr en la ejecución de los plazos procesales.

El jueves, familiares y amigos de Silvia y Virginia enviaron una carta abierta al Ministerio de Relaciones Exteriores uruguayo. En la misiva, que cuenta con el apoyo de varias organizaciones sociales, se insta al gobierno uruguayo a intervenir ante la situación de «extrema angustia y desesperación» que enfrentan las detenidas.

«Madre e hija están presas en Bolivia, en la cárcel de Obrajes, desde hace más de 90 días por encontrar a Virginia con siete gramos de cannabis para su consumo personal», detallaron en la carta. A pesar de que Silvia fue exonerada de cualquier delito, sigue encarcelada, mientras que Virginia, aunque solo será condenada por consumo, también permanece en prisión preventiva.

La carta también subraya la dureza de la situación que enfrentan las detenidas: «Estar preso siendo inocente es una de las peores pesadillas que una persona puede soportar; si a eso le sumamos que es en un país extranjero, sin redes de contención afectiva, es aterrador».

El apoyo del embajador uruguayo en Bolivia fue significativo, pero la familia insiste en la necesidad de un paso más por parte del gobierno uruguayo para traer a Silvia y Virginia de vuelta a casa. «Las condiciones de vida en la cárcel son muy duras y costosas. La privación de libertad en un país lejano, aisladas de su familia, hace que la situación sea insoportable y esté generando un deterioro creciente que nos preocupa sobremanera», concluyeron en la carta.