El Ministerio del Interior presentó cifras en conferencia de prensa
El Ministerio del Interior hizo público un informe sobre el aumento de los casos de suicidio entre los policías del país. Este problema, calificado como un desafío sanitario de alcance mundial, ha generado preocupación tanto a nivel familiar como laboral y social.
Según el informe, el suicidio es un fenómeno multicausal y complejo, lo que dificulta su abordaje efectivo. Identificar los factores de riesgo asociados es crucial para implementar estrategias preventivas. Sin embargo, para ello es necesario contar con datos precisos y actualizados sobre la incidencia del suicidio en este grupo específico de la población.
El análisis realizado abarcó el período comprendido entre 2019 y 2023, con el objetivo de identificar patrones y factores de riesgo.
La tasa global de suicidios entre los policías se sitúa en 38,2 por cada 100 personas, lo que subraya la urgencia de abordar este problema de manera integral y efectiva.
Entre 2019 y 2023 se suicidaron 100 efectivos (72 hombres y 28 mujeres), del total de 31.866 funcionarios policiales y 24.334 ejecutivos en el cuerpo policial.
La tasa global promedio de suicidio en la Policía es de 38,2 por cada 100.000 personas, siendo los hombres la mayoría.
Los funcionarios policiales que más se suicidan están en la franja etaria que va desde los 18 a los 25 años (53 de cada 100.000 personas), seguido del segmento 26-35 (42 c/100.000 personas) y de los que están entre 36 y 45 años, cuya tasa es de 34 por cada 100.000.
En las dos franjas superiores, 46 a 55 y 56 a 65 años, las tasas fueron de 19/100.000 y 6/100.000, respectivamente.
El principal “motivo aparente” reportado por el Ministerio es el que categorizaron “problemas amorosos” con un 33% del total de policías que se quitaron la vida. El segundo motivo es “desconocido”, categoría que representa el 28%.
El 11% fueron por “enfermedad física/mental”; el 9% por “otros” motivos; el 7% por problemas intrafamiliares y el 5% por violencia doméstica. En último lugar, con 2% cada uno, se clasificaron como “problemas laborales” y “problemas económicos”.
La forma de muerte más habitual fue por disparo de arma de fuego (59%), en tanto el 35% lo hizo mediante ahorcamiento.
Información: Rafael Guardia y Gustavo Guisulfo – Foto: Ministerio del Interior