El 17 de noviembre de cada año se conmemora el Día Mundial del Niño Prematuro, fecha determinada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de sensibilizar a la población sobre esta problemática.
El nacimiento de un niño prematuro se ha transformado en la principal causa de muerte neonatal, es decir, dentro de los primeros 28 días de vida y la segunda causa de mortalidad infantil en el mundo. El nacimiento prematuro es un problema de salud muy grave, es la principal causa de muerte en niños menores de cinco años en todo el mundo.
Los bebés que nacen demasiado pronto pueden tener más problemas de salud que los bebés que nacen a tiempo y pueden enfrentar problemas de salud a largo plazo que afectan el cerebro, los pulmones, la audición o la visión.
Cada 17 de noviembre se trata de crear conciencia sobre esta grave crisis de salud y la OMS produce pautas, herramientas y recomendaciones basadas en la evidencia para ayudar a prevenir y cuidar a los bebés prematuros, y visibilizar los problemas a los que se enfrentan los bebés prematuros y el impacto emocional que esto supone para las familias.