DISCRIMINACIÓN EN BIBLIOTECA MUNICIPAL de SALTO

Esta es Sol hoy, en su primera salida didáctica a la biblioteca municipal de Salto-Uruguay!!! Como sé que le gustan los libros y su maestra quería que compartiera esa experiencia con la clase, fuimos! Lamentablemente no estuvimos ni 10 minutos dentro por la razón que la señora que nos recibió DISCRIMINÓ a mi hija desde el minuto 1. Aclaro que Sol jamás lloró, rompió algo, gritó, o tuvo una reacción violenta. Decidí sacar a mi hija de ahí porque el desprecio era tanto que literalmente daba ASCO, VERGÜENZA, DOLOR, porque como saben los niños especiales no reconocen eso en las acciones o gestos de las personas, ella simplemente no entendió para qué la llevé ahí si la iba a sacar tan de prisa. LLORÉ y sigo LLORANDO y no me da pena decirlo…vivimos en una sociedad tan hueca, tan sin empatía, sin tolerancia, ignorante a la vez que enferma! Puedo decir que no todos somos así pero que injusto, que día cruel el de hoy!
Cuando mi hija ingresa a la biblioteca se queda parada observando unos libros, esta señora le dice que se siente, entonces me acerco y le digo: mi hija es autista y se comunica en inglés. Ante esto su cara se desdibuja demostrando asco, desprecio y me responde “me va a distorsionar todo”. La miré y le dije “tranquila que no pasa y si está inquieta me retiro”. Me pide que me siente con ella en la alfombra, cuando vamos a hacerlo, me dice que me siente con ella en mi falda en las sillas del fondo. Me preparo para buscar una silla, que fue alcanzada por los padres que ya estaban ubicados en la sala, cuando la silla llega a mis manos veo que mi hija se sienta con un libro que eligió y cuidadosamente lo abre para ojearlo. La sra se acerca a mi nena y se lo saca de las manos y le dice “No se puede agarrar los libros, porque me desordenas la biblioteca!” Yo voy hacia ella y le digo: “Déjelo que yo lo ubico, yo sé dónde estaba porque no le saco la mirada a Sol de encima.” Lo coloco en el estante y para eso mi nena estaba parada al lado mio sin saber a dónde ir. Entonces la sra me señala un rincón para que nos ubiquemos allí, de espaldas a la lectura del cuento que proponían. Ahí decidí que ya era demasiado y me retiré con mi hija de la mano, quien estaba más que confundida. Aclaro, Sol está acostumbrada a estar entre libros desde pequeña, los cuida, no los rompe, cada vez que salimos se detiene a mirar un libro nuevo para comprar. No pretendía ningún trato especial, ni diferente, exijo que se la trate de la misma manera que a todos y que sus derechos se hagan valer.