El ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, explicó que no hay marcha atrás con la decisión de la suspensión de las asignaciones familiares a 11.000 niños y jóvenes que desertaron del sistema educativo.

«Es una decisión tomada y no hay marcha atrás, estamos convencidos», dijo Lema.

«Lo primero, se va a exigir la contraprestación, el mensaje tiene que ser claro. No solamente por los 11.000 casos que estamos hablando, sino por los 369.000 que sí cumplen y por eso mantienen el derecho a la asignación familiar Plan de Equidad», señaló.

«El mensaje que damos si hacemos la vista gorda es hipotecar el futuro de esos menores. Yo no estoy dispuesto a hipotecarlo. Prefiero adoptar una medida antipática tomando acciones proactivas para que se regularice cuanto antes y se levante la suspensión que dar una señal de que es lo mismo que vaya a los centros educativos a que no vaya. Claramente no es lo mismo», agregó.

Según el ministro, se tomó un «rol proactivo» al respecto. «El Banco de Previsión Social (BPS) está trabajando en las notificaciones por diferentes vías para buscar que cuanto antes se regularice y levantar la suspensión. Desde el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) estamos implementando un sistema de alertas para tomar contactos y buscar regularizar las situaciones».

«Estamos tomando una medida que es necesaria al tiempo que estamos asumiendo un rol proactivo para que se regularice cuanto antes y se levante la suspensión, pero es una decisión tomada y no vamos a dar marcha atrás», concluyó.