Estudio de CERES Educación y trabajo: nueva propuesta con enfoque dual


El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) presentó un
informe titulado “Hacia una mayor integración entre educación y trabajo en
Uruguay: el potencial de la formación dual”, donde analiza esta modalidad
educativa como herramienta para revertir los malos resultados en términos de
egreso en educación media superior y terciaria, y las altas tasas de desempleo
juvenil. Advierte que los desafíos en materia de deserción educativa, inserción
laboral y adecuación de competencias exigen una respuesta que articule de
manera coordinada el ámbito educativo formal y las empresas.
El informe señala que Uruguay enfrenta una combinación de bajos niveles de
finalización en la educación media, una reducida proporción de población con
estudios terciarios y una alta tasa de desempleo juvenil. En ese sentido, CERES
recalca que en Uruguay solo 53% de los jóvenes culmina el bachillerato, frente
a un promedio de 89% en los países de la OCDE y un 71% en América Latina.
Por su parte, también hay una reducida proporción de jóvenes con estudios
terciarios, solo 15% de las personas entre 25 y 34 años está titulada, en
comparación a 48% para la OCDE. Además, el desempleo juvenil triplica a la
tasa general, lo cual también se sitúa por encima de la región y los países
desarrollados.
A su vez, se señala que más del 70% del abandono en la educación media
responde a falta de interés o a la incorporación al trabajo, lo que genera una
oportunidad para ofrecer trayectorias educativas flexibles y con mayor
integración al mundo laboral para atraer a los jóvenes.
Según surge del estudio, la formación dual representa una alternativa probada
para revertir estos fenómenos. En ese sentido, en países de referencia y larga
tradición como Alemania y Suiza, más de la mitad de los estudiantes de
Educación Media Superior participan bajo esta modalidad. Al combinar la
enseñanza teórica en el aula con la experiencia práctica en el lugar de trabajo,
los estudiantes desarrollan competencias, motivación y mejores oportunidades
de inserción laboral, mientras se fortalece el vínculo entre ambos espacios. Esta
relación también beneficia a las empresas, que pueden atraer y desarrollar
talento según sus necesidades, mejorar la eficiencia de sus procesos de
contratación y posicionarse como agentes comprometidos con la formación de
los jóvenes.


Las experiencias iniciales desarrolladas en Uruguay, en UTU, Ánima y UTEC
muestran resultados alentadores en términos de egreso, empleabilidad y
continuidad educativa de los jóvenes. El informe estima que, en un escenario
base, la expansión de la formación dual podría beneficiar a más de 37.000
jóvenes en la educación media superior y terciaria, incrementando la tasa de
finalización de la educación media del 53% al 60%, lo que implicaría más de
3.300 egresados adicionales por generación.
Este avance solo sería posible si se superan los desafíos institucionales y se
consolida un marco de gobernanza estable, estándares de calidad claros y
participación del sector productivo. En esa línea, el informe destaca la
importancia de fortalecer la coordinación y la corresponsabilidad entre centros
educativos y empresas, de modo que ambos asuman el rol de formadores. Esto
implica establecer un nuevo paradigma donde la educación y el trabajo se
conciban como espacios complementarios.
Para ello, CERES propone articular una estrategia nacional que integre
educación y trabajo, consolidar la estructura institucional y el marco normativo,
definir costos, fuentes de financiamiento e incentivos, y desarrollar currículos,
mecanismos de evaluación y certificación de los aprendizajes adquiridos con
participación de los centros educativos y las empresas.
El informe sostiene que la formación dual no es solo una alternativa educativa,
sino un cambio estructural capaz de mejorar la empleabilidad juvenil, reducir
inequidades a partir de la inclusión de las poblaciones más vulnerables y
fortalecer la competitividad del país mediante una mejora del capital humano