Cuando comienza la primavera, nunca esta de más recordar que la exposición solar es la responsable de muchos daños cutáneos asociados con la edad, yendo del envejecimiento actínico al cáncer de piel. Es un proceso de toda una vida.
Eso nos da placer y sensación de bienestar incomparable. ¡Se siente tan bien!
El suave calor del sol en la piel, el aspecto saludable del bronceado… pero también las arrugas profundas y las manchas de la edad.
Sí, es verdad, a veces cambiamos placer por arrugas y manchas, preparando un terreno propicio para desarrollar uno de los cánceres de piel.
Sol y piel
Por eso, cuando comienza la primavera, nunca esta de más recordar que la exposición solar es la responsable de muchos daños en la piel asociados con la edad.
Es un proceso de toda una vida, la piel acumula los efectos dañinos del sol, yendo del envejecimiento actínico al cáncer de piel.
Las recomendaciones siempre actuales son usar protectores solares, ropa adecuada y anteojos con protección UV.
Consejos
Algunos consejos recientes de la Skin Cancer Foundation (Fundación de Cáncer de Piel de Estados Unidos):
1) Protéjase y proteja a su familia durante todo el año.
2) No se exponga al sol.
3) Evite la exposición solar especialmente entre las 10 y las l6 horas.
4) Cuando salga, use protectores solares de 15 SPF o más altos. Aplíquelos libre, uniforme y frecuentemente.
5) Cuando se exponga a la luz solar lleve ropas protectoras, tales como pantalones largos, camisas de mangas largas, sombreros de alas anchas y anteojos con protección UV.
6) No se exponga a lámparas solares.
7) Enseñe a los niños los hábitos de protección solar a edad temprana. Los cánceres de piel que se encuentran en adultos comienzan en la niñez.
8) Examine su piel desde la cabeza a los pies al menos una vez cada 3 meses.
Importante
Recordemos que lo ideal es usar protección solar durante todo el año.
Saber que las radiaciones UV no sólo penetran algunos tejidos de ropa, sino también atraviesan ventanas de autos y casas.
Y que estando en la nieve o en el hielo existe el doble de chance de recibir daños por la radiación reflejada.
Y, por último, tener en cuenta que, además, la radiación ultravioleta puede dañar los ojos, contribuyendo a agravar enfermedades oculares.