El ex jefe de la custodia presidencial de Luis Lacalle Pou, Alejandro Astesiano, ha sido condenado a cuatro años y seis meses de prisión por su participación en una organización delictiva que se dedicaba a la falsificación de documentos, específicamente partidas de nacimiento, para luego vender pasaportes uruguayos a ciudadanos rusos y ucranianos.
La sentencia fue impuesta por la Justicia luego de que se alcanzara un acuerdo entre la fiscal Dra. Gabriela Fossati y Astesiano, a través de su abogado Marcos Prieto. Los términos del acuerdo fueron presentados en audiencia ante el juez Alejandro Asteggiante, quien dispuso la condena a cumplirse con prisión efectiva.
En el acuerdo, la Dra. Gabriela Fossati retiró el delito de suposición de estado civil (falsificación de documento) que se le imputaba a Astesiano, ya que no se pudo comprobar su participación en esta parte de la maniobra. Sin embargo, se le condenó por su papel en la organización delictiva, que tuvo como objetivo la obtención de dinero a través de la venta ilegal de pasaportes uruguayos.
En una audiencia celebrada este miércoles, Astesiano fue condenado por un total de cuatro delitos, entre los que se incluyen asociación para delinquir, tráfico de influencias, conjunción del interés público y privado y revelación de secreto (estos dos últimos agregados en la audiencia). La fiscalía demostró y Astesiano reconoció su responsabilidad en estos actos delictivos.
Como resultado de la condena, se impuso una multa de 100 unidades reajustables (equivalentes a 150.225 pesos uruguayos al día de hoy) y una inhabilitación para ocupar cargos públicos por un periodo de cuatro años. Estos delitos y la posterior condena, confirman la implicación de Astesiano en la venta de pasaportes y el tráfico de información y favores con altos mandos policiales, tal y como se descubrió a través del análisis del teléfono celular del exguardaespaldas del presidente Lacalle Pou, en el que se encontraron chats y grabaciones de voz.
Durante la audiencia, la fiscal Dra. Gabriela Fossati declaró que Astesiano cambió su estrategia defensiva en varias ocasiones durante la investigación, primero negando cualquier implicación y después aceptando su culpa en los delitos cometidos. Además, Fossati explicó al juez que muchos de los favores que Astesiano había solicitado, tal y como se reflejaba en los chats y grabaciones, nunca llegaron a materializarse, por lo que se descartó la posibilidad de la existencia de otros delitos.