Inversores damnificados por Conexión Ganadera incluyen a entidades vinculadas a la Iglesia Católica.
Entre los más de 4.300 inversores afectados por la crisis de Conexión Ganadera figuran al menos tres entidades y personas vinculadas a la Iglesia Católica, con montos significativos comprometidos en contratos de arrendamiento para cría de ganado.
Uno de los casos más relevantes es el de la Diócesis de Canelones, que mantiene cinco contratos vigentes con Hernandarias XIII, la empresa de Pablo Carrasco y Ana Iewdiukow, por un total de 542.553 dólares. Se trata de contratos destinados a la cría de terneros en Artigas, algunos de los cuales vencen en el primer semestre de 2025, según informó la diaria.
El obispo de Canelones, Heriberto Bodeant, confirmó a dicho medio que estas inversiones se realizaron de forma gradual, desde la gestión de su antecesor, Alberto Sanguinetti Montero. Bodeant explicó que la diócesis confió en la empresa porque pagaban los intereses en fecha, lo que permitía cumplir con sus obligaciones económicas. “La mayor parte de nuestro dinero estaba ahí, no es que tengamos mucho más. Para nuestra economía es un monto muy importante”, lamentó el obispo.
Además de la diócesis de Canelones, las Hermanas Hijas de María Auxiliadora (monjas salesianas) figuran en la lista de damnificados, con un contrato de 182.244 dólares, firmado por la hermana Dinorah González Berenguer y con vencimiento en febrero de 2025.
Otro caso es el del párroco de Florida, César Buitrago, quien tiene dos contratos con Hernandarias XIII por un total de 127.715 dólares.