La primera quincena de enero dejó como saldo una reactivación del sector turístico, pero con niveles inferiores a la prepandemia. Sin embargo, el horizonte de cara a la segunda parte de enero y febrero -con el aumento sostenido de casos producto de ómicron es de incertidumbre para los operadores turísticos. El gobierno monitorea la situación y analiza la posibilidad de tomar medidas.
De acuerdo a datos oficiales del Ministerio de Turismo a los que accedió El País, entre el 15 de diciembre y el 12 de enero ingresaron 171.000 visitantes a Uruguay. Del total, 64% tenían nacionalidad argentina, 17% eran brasileños, 4% paraguayos y 3% provenían de Estados Unidos y otras partes del mundo, incluido europeos.
Estos primeros días del año permitieron la reactivación de un sector, que venía siendo golpeado por la pandemia y el cierre de fronteras que marcó el verano pasado. “El comienzo de la temporada fue bueno, fue un buen diciembre y una buena primera quincena”, declaró a El País el ministro de Turismo, Tabaré Viera.
La primera evaluación de la temporada se hizo el pasado jueves, en una reunión del ministro, el director de Turismo Roque Baudean y el director general de Secretaría Ignacio Curbelo con representantes de la Cámara Uruguaya de Turismo.
“Aunque no llegó a los niveles del 2019 se entendió como positivo el movimiento de diciembre y de los primeros días de enero. Preocupan algunas cancelaciones que hubo para la segunda quincena fruto de la pandemia, pero quedamos de ir evaluando quincenalmente”, señaló el ministro. Si la situación lo amerita, puede incluso darse algún encuentro antes “para analizar la posibilidad de medidas a tomar”.
En la reunión con la Cámara de Turismo, se planteó justamente la preocupación por el enlentecimiento de la actividad producto tanto del aumento de casos como de la afectación que tiene sobre algunos sectores: con contagios entre empleados, que obligan a los comercios a cerrar las puertas para cumplir con las cuarentenas exigidas por el Ministerio de Salud Pública.
Allí se transmitió la necesidad de mantenerse “en alerta” ante lo que pueda suceder en los próximos días con la marcha de la pandemia, dado que hay cancelaciones o reprogramaciones de estadías.
La presidenta de la Cámara Uruguaya de Turismo, Marina Cantera afirmó a El País que en principio “hay conformidad” con la quincena que cerró. En la primera semana de enero, los niveles de ocupación en el este llegaron a representar 85%, 90% o 95%. “No llegábamos a lo de 2019, pero había recuperación y ómicron dijo hasta acá”, relató sobre lo que se vive.
A partir del 6 de enero se empezaron a visualizar las primeras cancelaciones producto del aumento de casos de covid y eso se tornó más intenso en los últimos días, aunque según Cantera “no son importantes”. Las mismas afectan, en mayor medida, a las agencias de viajes (que cerraron diciembre con una baja del 35% de su facturación). Hoy las receptivas (que traen a personas del exterior) están trabajando en un 20% de facturación, si se compara al 2019. También las aerolíneas cancelan vuelos por falta de tripulaciones, producto del alto nivel de contagios mundial.
Cantera dijo que, en esta situación, la segunda quincena de enero “es incierta”. “Hay algunas reservas, pero no hay nada importante y usualmente ya febrero es un mes más bajo”, admitió. Por su parte, el secretario de la Cámara de Turismo, Alejandro D’Elía, señaló a El País que la primera quincena se puede definir como “buena”, pero hoy “se están sufriendo las consecuencias de la pandemia”.
“No lo esperábamos, se están pasando vicisitudes que no se podían prever, por ejemplo cancelaciones aéreas producto de tripulaciones contagiadas y disposiciones de Argentina que no permiten el ingreso a Uruguay de buses turísticos por tierra”, explicó.
“Preocupan algunas cancelaciones para segunda quincena”
Si bien hay destinos con buena ocupación, afirmó que “preocupa” el nivel de contagios ante el inicio de la segunda quincena, lo que trajo aparejado reprogramaciones y cancelaciones. “Todo eso pone a los turistas extranjeros más lentos a la hora de confirmar estadías”, señaló D’Elía.
Según dijo, el aumento de casos provocó cancelaciones de turistas europeos “que nos miraban con buenos ojos”, pero no encontraban vuelos disponibles. “Estábamos trabajando muy bien, pero todo lo que está pasando está retrasando el ritmo de reservas. Eso no quiere decir que no tengamos una buena temporada, si la comparamos con la anterior que teníamos cierre de fronteras y solo turismo interno”, opinó.
El representante de la Asociación de Promoción Turística de Piriápolis (Aprotur), Pablo Nyzca, señaló a El País (a título personal) que esta primera quincena de enero “está superando las expectativas de los más pesimistas en cuanto a la cantidad de turistas”.
“Tenemos una alta ocupación, si bien en la última semana se han cancelado algunas reservas estamos trabajando bien. Igual somos un poco más pesimistas para esta segunda quincena dado el alto número de contagios que hay en el país”, reconoció. Aunque en enero estaban en el 80% de ocupación, debido a la marcha de la pandemia el número bajó. Según Nyzca, faltó el turismo extranjero: argentinos y brasileños. “En Piriápolis estamos trabajando muy bien con turismo interno”, finalizó.
fuente. diario EL PAIS