En su juventud fue parte del MLN-Tupamaros, estuvo preso durante la dictadura y vivió en Suecia hasta 1996, tras ser liberado en 1985.
Murió este jueves a los 74 años de edad el escritor, dramaturgo, poeta y periodista uruguayo Carlos Liscano, quien fue director de la Biblioteca Nacional entre marzo de 2010 y abril de 2015. Por un breve período también se desempeñó como subsecretario de Educación y Cultura en el primer gobierno del Frente Amplio.
Con pasado en el Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros), Liscano estuvo preso durante la dictadura cívico-militar entre 1973 y 1985.
Una vez liberado, viajó a Suecia y vivió en el país europeo hasta 1996, cuando regresó a Uruguay.
Trabajó en el diario El País, en el semanario Brecha y también ejerció la docencia en la Universidad ORT.
Entre decenas de publicaciones que han sido traducidas a varios idiomas, uno de sus últimos libros lo denominó Cuba, de eso mejor no hablar. Allí el escritor narra su progresivo desencanto con aquella “revolución”, a la que le declaró su “amor” de joven, según admite. Y, en ese trayecto, llega a la conclusión de que el socialismo en la isla fue un rotundo “fracaso”.
“Cuba es un país muy pobre y no a causa del bloqueo, sino porque no produce nada. En Cuba no hay libertades de ningún orden. Es la dictadura del Partido Comunista. Más concretamente: es la dictadura de la familia de Fidel Castro y de un pequeño grupo de generales y de burócratas que durante seis décadas aceptaron y aplaudieron los delirios mesiánicos del jefe”, señala Liscano en su libro.
Liscano fue galardonado con diversos premios literarios, entre ellos el Bartolomé Hidalgo en dos ocasiones, y también obtuvo el Premio Nacional de Literatura. Su último libro publicado se tituló Esperando a los tártaros: utilidad de las Fuerzas Armadas (Fin de siglo). La editora general de Fin de Siglo, Estefanía Canalda, se expresó en redes sociales en nombre de la editorial:
“Lamentamos profundamente el fallecimiento de Carlos Liscano. Generoso y siempre abierto al intercambio y al debate, Carlos fue un hombre y un escritor excepcional. Creía en la justicia y en la honestidad. También creía en el poder las palabras, y hubo pocas tan poderosas como las suyas. Vaya un abrazo a su familia, especialmente a Mónica Cardoso, su esposa, con quien Carlos fue tan feliz. El equipo de Fin de Siglo”, señaló.