El padrastro de la menor cometía los actos de violación bajo los efectos del alcohol y la cocaína, cuando la madre no estaba.
La Justicia investiga las reiteradas violaciones de un hombre, de 41 años, a una niña de 12. Las indagatorias se llevan adelante en la ciudad de Artigas, bajo la tutela de la fiscal Beatriz González, quien en las últimas horas logró la imputación del delincuente hasta abril de 2026 por reiterados delitos de abuso sexual especialmente agravados.
La víctima le había manifestado a su madre que sentía desde hace varios meses un cierto malestar. La mujer, al comienzo, estimaba que su hija sufría de algún tipo de malestar estomacal, pero para no medicarla, decidió llevarla a una mutualista departamental.
Allí varios médicos le indicaron medicamentos con el fin de calmar el posible dolor de estómago. Sin embargo, días o incluso horas después de haber acudido a la emergencia, la menor volvía a decirle a su madre que sentía las mismas dolencias.
La madre de la niña estaba desde hace varios meses con el hombre, quien cometió las violaciones. Tal y como informó en primera instancia el medio local a Clicregional, el acusado tiene antecedentes penales, además de que es adicto a la cocaína y al alcohol.
En ese marco, cuando consumía, tomaba a la fuerza a la niña y la violaba. Esto se dio durante meses, precisamente, desde marzo hasta hace algunos días cuando —al ir nuevamente al médico— se constató que la víctima cursaba el quinto mes de gestación.
De acuerdo con lo que pudo establecer hasta ahora la investigación, el hombre se aseguraba que su pareja no estuviera en la casa para entrar al cuarto de la menor y cometer los abusos. En todos los casos, de acuerdo con las pericias y declaraciones, fueron sin uso de preservativo.
La madre, quien no es consumidora, aseguró a las autoridades que no tenía idea de que el hombre violaba a la menor. Esta versión, según fuentes de la causa, coincide tanto con las indagatorias previas a la imputación como la propia declaración de la menor.
Precisamente, la Fiscalía estableció que —pese a estar bajo los efectos del alcohol y las drogas— el hombre se tomaba ciertos “recaudos” con el fin de que nadie sospechara.
A nivel civil, la familia deberá decidir si toma algún tipo de acción en contra de los médicos. Para las autoridades, fue clave el accionar de la mutualista en este caso porque de haber detectado el embarazo a tiempo, si podría haber interrumpido la gestación e incluso evitar episodios de abuso que la niña sufrió hasta hace pocos días.