Quién es la Rusa, la mujer detrás de los tejes y manejes de Conexión Ganadera

Quién es la Rusa, la mujer detrás de los tejes y manejes de Conexión Ganadera
Sobre comienzos de diciembre, cuando la familia de Gustavo Basso —quien había fallecido tras chocar su auto contra una máquina vial apostada sobre la ruta 5— aún duelaba al empresario, Pablo Carrasco y su esposa, Ana Iewdiukow, pidieron unos minutos para hablar en medio del sepelio.
Daniela Cabral y su yerno, Alfredo Rava, les respondieron que no era el momento y los invitaron a su casa de Florida más tarde, ese mismo día, una vez que el evento terminó.
Ya sentados en la mesa de la vivienda de los Basso, quien tomó la palabra fue Iewdiukow, que les dijo que habían detectado “problemas” en el negocio de Conexión Ganadera y que habían decidido consultar al abogado Jorge Barrera. El resto es historia.
Iewdiukow conoció a Carrasco hace unos 20 años. Su familia, conocida en Cerro Largo por su vínculo con el sector rural, emprendió junto a su esposo cuando él se asoció con Basso para crear Conexión Ganadera.
El interés era mutuo: Carrasco e Iewdiukow tenían un perfil alto en sus entornos, mientras que para Basso el proyecto era una puerta de entrada para expandirse fuera de Florida, su departamento natal.
Esa vinculación de Iewdiukow con el campo derivó en la creación de Hernandarias XIII, que rápidamente se transformó en la principal tomadora de ganado de Conexión Ganadera.
Para entonces, Iewdiukow ya no vivía en Melo y se había instalado en Montevideo junto a Carrasco. En los papeles, ella se encargaría de Hernandarias —que también vendía ganado a otras empresas y frigoríficos— y Carrasco, junto a Basso, llevaría las riendas de Conexión Ganadera.
Quienes conocen a “la Rusa”, como apodan a Iewdiukow por el origen de su apellido, la describen como una persona que siempre estaba al tanto de los negocios de su marido.
Lejos de ser un mero soporte, para muchos clientes de Conexión Ganadera era una de las caras visibles de la empresa. Varios damnificados contaron que fue ella quien se les acercó en cumpleaños, eventos o reuniones, y que a raíz de ese contacto decidieron invertir.
Su cercanía con productores comenzó cuando se recibió de ingeniera agrónoma, profesión que ejerció hasta crear su marca de carne premium, Stradivarius.
Iewdiukow asesoró a decenas de productores hasta 2005, cuando se volcó de lleno a Hernandarias y a Stradivarius. Esta última nació con la idea de vender carne premium de animales criados a feedlot. El éxito fue inmediato y, antes de ser imputada por la Justicia, Iewdiukow estaba a cargo de 200 personas. A esto se sumaba que Hernandarias manejó, en los últimos dos años, más de 70.000 hectáreas y cientos de miles de cabezas de ganado.
Las comunicaciones
En 2022, el negocio de Conexión Ganadera ya “tecleaba”, según varios funcionarios de la oficina de Florida. Era un secreto a voces, pero nadie se animaba a decirlo abiertamente.
Iewdiukow, quien por entonces llevaba una vida de lujos entre viajes a Asia y Estados Unidos y camionetas valuadas en US$ 70.000, le pidió a Basso dinero que luego usó para viajar, pagarle estudios en el exterior a su hijo y comprar un apartamento en Madrid. La operación superó los 2 millones de euros.
No fue Carrasco quien intercambió correos y mensajes de WhatsApp con Basso para pedir el dinero, sino Iewdiukow. De hecho, parte de los montos que recibió no salieron directamente por transferencia de Conexión Ganadera: captó a algunos inversores y luego le comunicó a Basso que se quedaba con el dinero porque le correspondía “como forma de pago”.
“Ana combina la mujer rural exitosa con un qué sé yo de emprendedora. La diferencia es que ella tenía el capital. Cuando creó Stradivarius, no tuvo que levantar fondos porque el dinero salió de su bolsillo… o eso se supone”, dijo un extrabajador de Conexión Ganadera a Montevideo Portal.
La marca premium se ideó “en un ático de Nueva York”, según contó Iewdiukow en una entrevista con Forbes Uruguay. En esa conversación defendió el rol de la mujer en el campo y aseguró: “Si te ven que sos buena, no importa [que seas mujer]: te dan para adelante”.
Información parcial
La explosión del caso Conexión Ganadera tuvo más de una cara visible, entre ellas el contador Ricardo Giovio, contratado por Carrasco e Iewdiukow para realizar una auditoría rápida y divulgar un diagnóstico a los inversores.
En Fiscalía, Giovio mencionó conceptos que luego resonaron fuerte: “esquema Ponzi”, pérdidas anuales de US$ 40 millones y la caída de Grupo Larrarte y República Ganadera como factor clave del derrumbe de la empresa.
El asesor financiero dijo haber recibido US$ 100.000 por el trabajo, realizado en ocho días, según declaró.
Meses después, se supo que algunos de los datos divulgados por Giovio —como la cantidad de ganado, el incremento por preñez y la ubicación de los animales— no eran exactos.
Parte de la información la recibió directamente de Iewdiukow, dado que Carrasco “no se encontraba en condiciones” porque estaba “ocupado con otros asuntos”.
Participantes de las reuniones y videollamadas señalaron que la información era “parcial”. “Ella tenía datos de Hernandarias que eran importantes y no dijo todo lo que sabía. Por ejemplo, con la cantidad de ganado: divulgó una cifra y después era otra”, relataron.
Iewdiukow pasó a prisión preventiva tras ampliarse su imputación con un delito de lavado de activos. Además, Fiscalía recibió información de que intentó abrir una cuenta bancaria digital mientras cumplía prisión domiciliaria.
Mientras avanza la investigación, la Rusa permanecerá recluida en la Cárcel de Florida hasta el 10 de febrero.
Al terminar la última audiencia, el 29 de setiembre, miró al fiscal Enrique Rodríguez y dijo: “Yo solo quiero justicia”.
Fuente: Montevideo Portal