La pandemia dejó marcas en la ciencia, las casas de salud, la economía, la salud mental, los precios en la frontera, el turismo y la atención en el sistema de salud.
“Buenas noches para… para todos, agradecerles la paciencia y la espera”. Esas fueron las primeras palabras del presidente Luis Lacalle Pou mientras acomodaba el micrófono en la noche del viernes 13 de marzo de 2020. Unas horas antes, el Ministerio de Salud Pública había confirmado los cuatro primeros casos de COVID -19 en el país y, aunque seguramente todavía no lo imaginábamos del todo, nuestras vidas cambiarían mucho en los días, semanas y meses siguientes.
De un lado el secretario de Presidencia Álvaro Delgado y del otro el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas. Atrás, parados, todos juntos y sin tapabocas (un elemento que, recordemos, aún no se recomendaba utilizar), se encontraba el gabinete en pleno en la sala de conferencias de prensa de la Torre Ejecutiva “Estamos en una fase distinta de la que venía atravesando el país a partir de los cuatro casos confirmados y amerita un cambio de actitud y de acción”, siguió.
Esa noche el presidente declararía la emergencia sanitaria, que aún hoy sigue vigente, aunque Lacalle desea retirarla cuanto antes. Pero, entre otras razones, todavía no puede hacerlo porque hay varias medidas —como el Fondo Coronavirus— que están asociadas a ella.
Es posible que todos recordemos qué estábamos haciendo esa noche mientras Lacalle le hablaba al país por televisión. Ahora, que todo parece volver en forma lenta a la normalidad (aunque el excoordinador del GACH Rafael Radi dijo que habrá pandemia hasta 2024), vale la pena repasar estos dos años donde hubo de todo: calles vacías, aplausos a los médicos, conferencias y más conferencias, miles y miles de hisopados, polémicas por vacunas que no llegaban, vacunas para todos, picos impensados de muertes y una ola de ómicron que expandió como nunca antes el virus, pero también lo hizo en forma más leve que otras variantes.
Dicen que el mundo va rumbo a una endemia pero quedan cicatrices. Más abajo encontrarán ocho (seguramente hay más) en áreas muy distintas y sensibles mucho mas allá de lo sanitario. También contamos qué se ha hecho para revertirlas y qué puede pasar a futuro.