La OMS declara el fin de la emergencia …

La OMS declara el fin de la emergencia de salud pública global por el Covid-19

Más de tres años después de la pandemia que puso en jaque al mundo, la disminución de los contagios diarios y las muertes han llevado a la organización a decretar el final de la emergencia
Una grupo de ciudadanos cogen el tren en la estación de Tokyo, tras el levantamiento de restricciones.
Una grupo de ciudadanos cogen el tren en la estación de Tokyo, tras el levantamiento de restricciones.KIMIMASA MAYAMA EFE

Tras tres años de convivencia con el virus en estado de pandemia, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha anunciado que la OMS ha declarado el fin de la emergencia sanitaria global por COVID19.

“Ayer, el Comité de Emergencia se reunió por decimoquinta vez y me recomendó que declarara el fin de la emergencia de salud pública de importancia internacional. He aceptado ese consejo”, ha afirmado. Las reuniones del Comité Emergencia tienen lugar trimestralmente. Y en el mes de enero los expertos reunidos consideraron que no era aún el momento para tomar esta decisión.

El director de la OMS explicaba entonces que la pandemia del Covid-19 constituía una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII por sus siglas en inglés), que podía encontrarse en un punto de “inflexión” o  “transición”.

Ahora, ya superado ese momento de transición, gracias a las vacunas y la disponibilidad de tratamientos, el riesgo que supuso el virus hace unos años ha desaparecido. “Ha sido una decisión tomada con precaución. No dudaré en volver a declarar la emergencia si la situación cambia”, ha expresado Tedros.

El jueves, en el inicio de las reuniones, el máximo responsable de la organización reconoció que el mundo quiere “pasar página” respecto a la pandemia de Covid-19. “La tendencia a la baja ha continuado (desde el anterior encuentro del comité en enero) y en las pasadas 10 semanas el número de fallecidos ha ido registrando sucesivamente cifras mínimas que no se veían desde marzo de 2020″, señaló.

Esta tendencia “ha permitido que la vida retorne a la ‘normalidad’ en muchos países, y ha incrementado la capacidad de los sistemas sanitarios para responder ante potenciales rebrotes, así como ante el problema de los síntomas postcovid“, analizó el experto etíope.

Tedros advirtió, como en intervenciones anteriores, que pese a la posible declaración del fin de la emergencia sanitaria este año, “el virus ha venido para quedarse, y todos los países tendrán que aprender a gestionarlo como otras enfermedades infecciosas”.

También señaló que la reducción de tests y rastreos que ha conllevado el descenso de casos graves dificulta predecir la aparición de futuras variantes del virus, y recordó que continúa el desigual reparto de tratamientos y vacunas contra la enfermedad, aún escasos en muchos países en desarrollo. “Sin embargo, eso no significa que el virus haya dejado de ser una amenaza para la salud mundial. La semana pasada, se cobró una vida cada tres minutos y eso son solo las muertes que conocemos”, ha declarado hoy en rueda de prensa.

Joan Caylà, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología, subraya que este anuncio “no supone el fin de la pandemia”. La OMS ha declarado “el fin de la alerta de salud pública internacional”, pero eso “no significa que la pandemia haya acabado. Sigue habiendo alrededor de 500 muertes todos los días en el mundo, lo que supone más de 200.000 fallecimientos al año, según los casos notificados, por lo que la realidad puede ser mayor. Son números muy altos todavía”, remarca.

“Es importante recordar que la pandemia continúa y que quien tenga Covid debería estar aislado, usar mascarilla y coger la baja o teletrabajar para no contribuir a la transmisión del virus“, señala el especialista en Salud Pública. Del mismo modo, “ahora que va a comenzar el invierno austral es importante que en esos países las personas vulnerables se revacunen y tomen precauciones”.

Para el especialista, el anuncio de la OMS, que se debe “a la reducción significativa de casos con respecto a los primeros momentos de la pandemia” y a que se ha prolongado la situación, va a favorecer que se relajen las medidas preventivas y que caigan protocolos como el que indica el uso de mascarillas en algunos contextos. En ese sentido, pide que no se genere confusión con el anuncio y recordemos que “sigue siendo una pandemia que afecta a todos los países y lamentablemente lo seguirá siendo durante mucho tiempo”.

Para Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, el momento en que se ha tomado esta decisión “es entendible”. “En la situación en la que estábamos obligaba a que en un momento u otro se iba a tomar la decisión”, señala el especialista quien, como otros expertos, subraya que este anuncio no significa que la pandemia haya concluido. “El virus no se ha gripalizado porque hay olas todo el año”, subraya.

Por otro lado, señala que el cambio no tendrá efectos en la vida ordinaria de las personas, “aunque sí supone un impacto en el imaginario colectivo de la ciudadanía”.

En España, a día de hoy, el Covid “sigue siendo la enfermedad de declaración obligatoria con más contagios, lo que obliga a seguir teniendo en cuenta las tres V: ventilación, vacunación y vigilancia”, recuerda March.

Antoni Trilla, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y decano de la facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, apunta, en la misma línea, que la fase de emergencia sanitaria ahora se cierra “se ha superado gracias a la ciencia, a la investigación biomédica, a la innovación y a la colaboración entre el mundo académico, el asistencial y la industria biomédica”.

“Tres años después conocemos mucho mejor la enfermedad”, señala Trilla. Sabemos más sobre cómo controlarla y estamos más protegidos por las vacunas o la inmunidad que deja haber pasado el trastorno, explica. Sin embargo, no podemos olvidar que “el virus sigue entre nosotros”, por lo que hay que continuar con la vigilancia epidemiológica y genómica, se necesitan “más tratamientos y nuevas vacunas” y “hay que proteger a los más vulnerables”, a la vez que se “recompone, adapta y transforma nuestro sistema sanitario”, señala.

Óscar Zurriaga, epidemiólogo, investigador del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Valencia y presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, explica (en declaraciones a SMC), que “la situación actual del Covid-19, tanto en España como en otros países, hace que el levantamiento de la declaración por parte del Comité de Emergencias de la OMS no debe afectar a las actuaciones y políticas que, actualmente, se están llevando a cabo en los diferentes países”.

Pero Zurriaga apunta como Tedros que el virus aún sigue entre nosotros. “Esto no significa que se haya acabado ni con el virus SARS-Cov2 ni con la enfermedad. Por ello es conveniente transmitir a la ciudadanía que la enfermedad sigue presente y que, en determinadas circunstancias (por ejemplo, cuando se tienen síntomas o cuando se está en contacto con personas especialmente vulnerables), hay que seguir manteniendo medidas de precaución para impedir su transmisión, especialmente a personas vulnerables”.

EL IMPACTO DE LA PANDEMIA EN EL MUNDO TRAS TRES AÑOS

A nivel mundial, a 30 de abril de 2023 se han registrado más de 765 millones de casos confirmados y más de 6,9 millones de muertes. La cifra de contagios de covid y muertes reportadas se ha seguido reduciendo a nivel global: en la última semana de abril, la OMS confirmó 630.000 casos en el mundo y 3.500 muertes, cuando en enero se superaban los 1,3 millones de positivos y los 14.000 fallecidos, en parte a causa de la ola de covid en Asia Oriental.

Pese a la reducción de casos, especialmente de los graves, que está evitando nuevos colapsos en redes sanitarias como los ocurridos al inicio de la pandemia, la OMS ha advertido en los últimos meses de que el virus aún tiene potencial de mutar a variantes más peligrosas.

También alerta de que un 30% de la población mundial, especialmente en países menos desarrollados, todavía no ha recibido ninguna vacuna, y los porcentajes en grupos de riesgo sin pauta de vacunación completa también llegan al 11% en el personal sanitario y al 15% en el caso de las personas más mayores.

En países pobres, sólo el 52% de sanitarios y el 35% de las personas mayores han recibido las dos dosis del ciclo primario de vacunación.